21 sept 2015

Puncion y congelación



Para hacer la punción nos mandaron ir en ayunas a eso de las 9.30. Muy bien, así no madrugamos tanto y como a mi lo de ayunar no me importa, me puedo pasar horas y horas sin comer.

Estaba nerviosísima, como un autentico flan. Mis dos punciones anteriores habían sido con sedación  parcial, como con una leve borracherilla. Ya comente una vez que en la segunda fiv todavía no tenia la vía cogida y el médico ya me estaba hurgando en los bajos... Esta vez tenia sedación total, es decir, que te duermen del todo. Todo el mundo me decía que seria mucho mejor, que no me iba a enterar de nada, que estaría tranquilísima. Pero a mi en realidad eso me ponía mucho más nerviosa. Prefiero ser conciente de lo que pasa a mi alrededor, o lo prefería...ahora ya no pienso igual.

Nos llevaron a una habitación tipo hotel. Os juro que he estado en hoteles majitos muchísimo peores que esa habitación. Todo madera nueva, baño amplio... una maravilla. No vamos a entrar en comparar en el sótano húmedo y frío donde tenia que esperar en la SS.

Me vino a recoger una enfermera conocida de mi madre, que siempre estuvo a mi lado y que es muy simpática. Tener alguien "conocido" cerca me animaba.

Entre en quirófano y yo ya me puse como una moto. Me pusieron el aparato de las pulsaciones y no hacia más que pipipipipipipi. Tanto que hasta la doctora decidió quitármelo y ponérmelo ya al dormirme. ¡Os juro que yo ví que iba a mas de 200! ¡Como una moto! Pero no me dio tiempo a ponerme más nerviosa, porque fue un visto y no visto. De golpe estaba robadísima. Y de golpe otra vez despierta y de camino a la habitación.

Esta vez se notaba mucho más el efecto de la sedación profunda. La boca me sabia a metal, y aunque no tenia ganas de vomitar, tenia el estomago revuelto.
Me dieron de desayunar, muy cutre: unas galletitas y un yogur. En la SS me daban mucho mejor.

Al cabo de unas horas, no se si por protocolo o porque se olvidaron de nosotros, nos dieron el alta y nos dijeron que teníamos unos 24 ovocitos en marcha.

Yo tenia un cúmulo de sensaciones contrariadas, 24 parece buen número, pero mis antecedentes demuestran lo contrario, mucho óvulo pero malo.

Al día siguiente nos llamarían para darnos más noticias sobre la evolución de los embriones. Ya solo cabía esperar.

Nuestra esperanza era que uno llegara al lunes (siendo este día 5). Con eso nos conformábamos. Tener la posibilidad de hacer transferencia. Nos daba mucho miedo que no funcionara y nos quedáramos sin dar el gran salto. No teníamos grandes esperanzas, aunque si grandes números.

A la mañana siguiente me llamaron pronto para comunicarnos que de los 24 óvulos 4 no eran maduros y uno se había roto. El resto se habían fecundado todos. 19 en total. Todos con la técnica de ICSI, mucho más efectiva, claro.

Seguíamos animados, aunque precavidos. Siempre teníamos buenos números al principio y luego... se desmoronaba todo. Aun así, empezamos a hacernos ilusiones, ¡quizá quedara alguno para congelar y todo!    

El sábado tardaron la vida en llamarnos. Toda la mañana pegada al teléfono y no sonaba. Si para las tres no llamaban, lo haría yo. Justo, 14.30 sonó el teléfono.
La embrióloga nos dijo que seguían todos adelante. ¡19 de 19! Increíble. No nos lo creíamos. Había 4 que eran perfectos y que el resto tenia muy buena pinta.
No nos lo creíamos. Era día 3 y estaban todos. La prueba de fuego seria el lunes.

Creyendo que me volverían a llamar tarde, decidí apartarme un rato del teléfono el lunes. Casualidades llamaron pronto y no respondí... suerte que llamaron a Don Gato y el estuvo más atento que yo.

A día 5 congelaron 6 embriones que en principio tenían una pinta estupenda. Mencionar que a partir del día 3 ya no existen calidades (A,B,C,D), si no que se tienen en cuenta otras puntos.
Yo estaba que no me lo creía ¡6 embriones de 5 días! Además buenísimos. Dijeron que el resto aun sobrevivía y que los dejarían un día más para observarlos y ver si alguno más servia para congelar.
Me flipaba saber que de 19 embriones a día 5 sobrevivían todos. Quizá muchos no sirvieran para nada, pero seguían vivos. Hasta ahora siempre se paraban.

Al día siguiente volvieron a llamar. Habían congelado otros 5.

11 embriones. 11 balas. 11 oportunidades.

Era increíble. ¡Nosotros pensando que con uno nos dábamos con un canto en los dientes!
Estábamos en una nube.
Deseando recuperarme cuanto antes y hacer la trasferencia ya.
Estábamos en racha y no la quería perder.

  
Tabla de mis campeones

12 sept 2015

Preparandome para la punción



Empezamos FIV por lo privado. Como ya comente decidimos hacer un protocolo para mejorar antrales, o también llamado protocolo japonés.

El 23 de marzo empecé tomando ya el Dianben 850 y el Seidivid. Aunque con esa regla no iba a empezar, cuanto antes empezara a tomarlas mejor.

El 26 de abril por fin vino mi gran esperada amiga y comencé con las antibabys. A los diez días tenia mi primera consulta para ver como se presentaban mis ovarios, ¿estarían descansados? Parece que si, así que dejo de tomarla y al de dos días vuelve a aparecer mi gran amiga. (He de puntualizar que con este protocolo se la ve bastante a menudo...)

Empiezo a tomar Meriestra, una a la mañana y dos a la noche. Nunca me sentado muy bien este medicamento, estoy convencida que pasa de mi de largo, porque todas las veces que lo tomo, no hace su comedido. Me hacen análisis para ver que tal llevo el Estradiol y claro, no da como debe. Me ponen unos parches para bajarlo más, ya que esta muy alto. Otra semana que se me retraso el poder empezar con los pinchazos... Se me estaba haciendo eterno... Me parecía estupendo mejorar lo que fuera, pero era tan largo...

Vuelta a las antibabys y preparada para empezar cuanto antes.

Al fin el 11 de junio me baja la regla. Al ser otro tipo de protocolo el día que me baja la regla empiezo con Omifin. Nunca antes lo había tomado. Tengo que tomar dos a la noche durante 5 días. A los tres días comienzo a pincharme. Empiezo fuerte: Gonal 150+media ampolla de Luveris. Yo ya daba por hecho que me dispararía. Empecé con bastante miedo a una hiperestimulacion...

Lo que estaba claro es que no iba a ponermelos en el mismo ciclo. Yo guardaba una pequeña esperanza, pero enseguida se vio que venían potentes mis ovarios.

Total, que esos días en mi casa soy la yonkie del lugar: entre el Dianben, el Seidivid, el Omifin, el Gonal y el Luveris me paso mas tiempo en la cocina que Arguiñano. Además, le sumo el Cetrotide, que pica un rato... todo a vez. Tengo la tripa que perece un colador.

En los controles ella me ve estupenda. Dice que todo va de maravilla. Yo dejo de contar ovocitos cuando va por el 12... El miedo hay sigue... siempre me acompaña...


El 22 de junio me hace el ultimo control. Al final decidimos no hacer DGP. Visto que el mayor problema esta en que se paran, usaremos el "Embriscope" para ver evolución y si se paran visualizar cuando. Es más sencillo y mucho más barato.
Además, congelaremos los embriones a día 5, así sabremos con certeza si han sobrevivido y si queda alguno bueno para poder transferir. Tenia mucho miedo de congelar por separado (los ovocitos solos) o a día 3, y después de preparar el cuerpo para la transferencia no quedara nada para transferir. Necesitaba saber antes de dar el siguiente paso que cantidad de embriones había.

Contando ovocitos hay bastante gorditos. No me especifica, pero yo cuento unos 8-9 de buen tamaño.

Me tengo que pinchar Decapeptyl 0,1 mg para provocar la ovulación. Un detalle muy positivo de la doctora fue que yo de esa medicación tenia un vial, y necesitaba dos. Así que busco entre los que ellos tenían por ahí y me dieron el que me faltaba. De esa manare me ahorre tener que comprarme el pack entero para solo un vial.

A la noche siguiente tome el Zitromax. Es un antibiótico potentísimo para evitar infecciones, pero a mi me sienta regulin, tirando a fatal... entre eso y los nervios tengo el estómago dando vueltas de alegria.


 Y el 24 de Junio me hicieron la punción... pero eso ya lo contare en mi próxima entrada, que me enrollo mas que las persianas.