2 mar 2016

14 semanas y susto al canto


Se que os debo un montón de entradas. Desde la última vez que escribí han pasado bastantes semanas, y quien me siga en la #infertipandy sabrá más de como va mi embarazo. Pero eso no es motivo para dejar a un lado todo esto. 
¿Cual ha sido el motivo para no escribir? No sabría concretar: quizá porque el blog era más sobre infertilidad que embarazo, quizá por miedo al que pasara,... no sabría decir. Hasta Don Gato me dijo que no dejara de lado el blog... 
Y si por un momento me pude sentir como una embaraza más, lejos de los miedos ya de una infértil, el sábado la realidad me devolvió al mundo. 
Decir que ya hicimos los análisis y la eco de las 12 semanas. Todo estaba muy bien, pliegue nucal mínimo en ambos bebes, análisis perfectos... ¡Hasta me dijeron que uno sería casi seguro que chico!
Y desde las 12 semanas es cuando empiezas a respirar tranquila, a pensar que si el primer trimestre ha sido tan tranquilo, tan bueno, sin nauseas, sin cansancio, sin grandes síntomas el segundo trimestre, cual dicen que es el más tranquilo, seria ideal. Había vuelto hasta a la piscina a hacer un poco de ejercicio... 
Pero como ya os he comentado, en la casa del pobre la alegría dura poco. El sábado, justo cumpliendo las 14 semanas, después de una tarde de mata y orinal por el mal tiempo de fuera, fui al baño y donde veo sangre al limpiarme... 
No hace falta decir que casi me da un ataque de pánico hay mismo... Todos lo miedos volvieron: el bioquímico del que no deje de manchar en semanas, de mi vikingito... la cabeza a mil. Corriendo llame a mi madre y corrimos todos a urgencias para ver si estaba todo bien. Tocaba controlar esos miedos, no era bueno ponerme histérica. Y he de decir que Don Gato estaba desencajado, por lo cual había que tener la cabeza fría. El pobre mio estaba rígido de los nervios. Cuando empezó a conducir pensé sino hubiera sido mejor opción llamar a un taxi... 
Yo intentaba pensar en mis campeonas de la #infertilpandy. ¿Cuantas habían tenido manchados, o tenían, y todo estaba bien? Yo sería una más a la que los manchados les dan una guerra impresionante, pero luego todo sale bien.
Al llegar no tuvimos que esperar ni 5 minutos para entrar. Eso si, para mi, como una hora... Entre, le enseñe la mancha y me dijo que eso no era mucho, que estuviera tranquila. 
Me hicieron una eco y yo no era capaz de mirar al monitor. Solo esperaba el OK del medico. Pero este chico no se debía de dar cuenta de mi estrés, por que no decía nada, o se lo decía al cuello de su camisa... Pero de repente nos puso el sonido más relajante y bonito de la historia: el corazoncito de mis campeones. Hay estaban los dos. Me dijo que estaban bien. Que se movían perfectamente. Yo no mire en ningún momento al ecógrafo, me daba miedo. Con oírlos me valía. 
Se centro en una pequeña bolsa de sangre que debe de haber en la placenta de mi pequeño chicharrón. No le dio ninguna importancia. Dijo que era normal, que lo apuntaba para observar, más por ser embarazo gemelar que otra cosa. La otra dotora me dijo que si llega a estar en otro lado quizá ni nos hubiéramos enterado. Que era normal y que no me preocupara. 
¡Si claro! ¡Como si fuera tan fácil! ¡Las narices! 
Me recomendó vida tranquila, pero nada de reposo total, y volver a la progesterona por la noche. 
Y así volvimos a casa. Con un susto increíble en el cuerpo, los pies en la tierra y con los miedos de vuelta. 
Desde entonces casi no he manchado, durante el día bien poco, algo más durante la noche, pero según mi propio diagnostico, yo creo que es sangre seca que sale por la progesterona. Aunque hoy he manchado más, y todavía sigo
Todas las gines (todas las compeñeras de mi madre) me dicen que no me preocupe. Unas porque es normal que manche para sacar la sangre que pudiera haber, otras porque en el segundo trimestre es normal sagrar, otras porque será la progesterona... La verdad es que todas están muy pendientes de mi y se lo agradezco muchísimo, pero el miedo, el susto y el disgusto no se van. Hay momentos en los que estoy más tranquila, en los que pienso que ha sido un pequeño susto y ya esta. Otras veces, cuando mancho más (aunque sea marrón) me asusto y me asaltan todos los miedos...
Hoy vamos a la consulta privada. Es la misma doctora que me lleva en la pública, que además trabaja con uno de los mejores ecografistas del la zona. Iba a ir a verle por lo público, pero estaba a tope, así que me voy a la privada. 
Espero que todo este bien. Que mis campeones estén perfectos, que esa mini bolsa se haya esfumado (aunque lo dudo) y salir más tranquila.
Pero lo que tengo claro es que nunca dejare de ser una infértil, con sus miedos y temores, aunque por un pequeño periodo de tiempo intentara engañarme a mi misma. Soy infértil, este embarazo es de una infértil, y esta claro que el embarazo de una infértil nunca, NUNCA, será un embarazo tranquilo. (Y si es gemelar menos) 

26 ene 2016

ECOS (6+6/ 7+4/ 8+3)



Hace dos semanas de mi última entrada, y en esta ya iba retrasada con las ecos, así que en la entrada de hoy intentaré resumir y contar como a sido este ultimo mes.

Como bien sabéis, acabe el año con la mejor de las noticias, mis dos campeones, mis ratoncitos, seguían conmigo. Se les veía bien, pero claro, todavía ni corazón ni nada, era pronto.

Nos volvieron a citar para el 11 de enero. Ese día estaría de 6+6. En mi último aborto también hicimos eco con ese tiempo, y se vio latido, pero no se oyó. Esta vez tenia miedo de que no se oyera, y repetir la misma historia. He de decir que este último mes ha sido bastante duro, sobre todo emocional y psicológicamente. Sé que las probabilidades de que se paren son mínimas, ya que con el DGP sabemos que cromosómicamente están perfectos. Pero cuando te cuesta tanto alcanzar tu sueño, y lo pierdes varias veces, nada te quita el miedo.

Salimos con el tiempo justo de casa. Tuvimos que dejar el coche en un Parking y yo ya estaba de los nervios.
Nos hicieron pasar y sin más dilación, me senté en el potro. No quería mirar la cara de la doctora por miedo. Pero no hizo falta, porque de repente empezamos a oír: Pumpumpumpum. ¡Era el corazón de uno de nuestros campeones! Se oía estupendamente. ¡Qué maravilla! ¡Qué sensación de alegría! Y en lo que pareció un suspiro me puso el corazón de mi segundo campeón. Pumpumpumpum.

¡No me lo podría creer! ¿Realmente eran sus corazones? ¿No seria el mío que iba a cien por hora, verdad? Jajaja.
No, eran los suyos sonando a gloria. Los midió, me dijo que estaban estupendos y listo. Se acabo el poder disfrutar de ellos...ooohhhh....

Nos dijo que siguiéramos con las mismas pautas, pero que poco a poco fuera reduciendo el Dianben, y que en vez de Seidivid, tomara Seibion. Al perecer es mas completo una vez embarazada.

Quedamos en vernos dos semanas más tarde, el 22 de enero.

Desde esa cita los nervios no me abandonaron ni un momento. La alegría de oírles me duro ese día, para el siguiente ya estaba otra vez tarquicárdica.

Quería ser fuerte y aguantar hasta el 22, pero ese sábado mi madre, que como ya comente trabaja en un hospital en el área de ginecología, me dijo si quería ir al hospi para hacer una eco, ya que ella tenia ganas de ver a los ratoncitos también. ¡Y no voy a ser yo la que se niegue a verles una y otra vez! Por lo cual, 5 días más tarde de la última eco, les estaba volviendo a ver.
Ahí seguían los dos a pleno rendimiento. Como la ginecóloga que me entendía es una amiga mía, me lo explico todo al más mínimo detalle. Me enseño los latidos, lo que luego serian las piernas y los brazos, el corazón... Hasta el último detalle. Me midió el cuello del útero ( muy importante en un embarazo múltiple) y me dijo que era bien largo. Me miro los ovarios también, vamos, no dejo ni el as mínimo de los rincones sin investigar.
Salí muy contenta. En ese momento estaba de 7+4 y la ultima vez se le paro el corazoncito justo con esa medida.
Pero la alegría dura poco en la casa del pobre, y para el lunes volvía a estar muerta de miedo.

Ha sido un semana durísima. Parecía que los días tenían un mil horas, que nunca llegaría el viernes.
He estado muy tensa. Con muchos miedos. Pensando en que pasaría si mis campeones dejaran de latir. Miraba en Internet una y otra vez sobre abortos diferidos, espontáneos, probabilidades de que se paren después de oír su corazón... una verdadera tortura.  

Pero por fin llego el viernes. Fuimos con tiempo y nos atendieron enseguida. Me monte en el potro y espere. Espere lo que me pareció un siglo. Don gato no me dio la mano, y estoy segura de que eran por supersticiones suyas; la otra vez me la dio y se paro, esta vez no me la da.

Y nos dijo que todo estaba estupendo. Nos puso sus corazoncitos (nunca me cansare de oír ese sonido), los midió, nos dijo que se movían un montón e intento sacar una foto de los dos juntos, pero imposible. No se dejan ver juntitos.

Nos dijo que todo estaba perfecto. Siempre había comentado que si un embrión se para, suele s antes de la semana 9. En esta ecografía yo estaba de 8+3 y se veían estupendos, sin ningún problema aparente. Por lo cual, nos dio el alta. Se acabo ir al IVI. ¡Ya soy una embarazada mas! (aunque sea de alo riesgo)

Ahora ya empiezo a créemelo. Ahora empiezo a ver la luz. Esta vez los ánimos me están durando más. Ya no puede salir nada mal, ¿verdad?

Aun así, no os creáis que hasta las doce semanas voy a estar yo sin ver a mis gorditos, ajajá. La semana que viene volveré al hospi para poder verles otra vez, ya con 10 semanas y en esa si que si, respirare aliviada.

14 ene 2016

Ecografia 5+2

Lo siento. Sé que debería haber escrito esta entrada mucho antes. Desde el 31 que fue la eco... Pero entre vacaciones, navidades y miedos, no me he puesto hasta ahora.

El 31 teníamos nuestra eco. Era a las 10:30 de la mañana. Estaba como una moto (para variar). Salimos con un montón de tiempo, no quería llegar corriendo a la clínica, pero en esto que estamos de camino ya en coche, me asalta la duda de siempre; ¿he desenchufado las planchas del pelo? Es algo superior a mi, siempre con esa duda, y no me quedo tranquila, así que vuelta para casa. Corriendo subo, y obviamente, estaban apagadas. Siempre están apagadas... pero esa duda, los nervios, y todo, me obligan a volver...

Total, nos ponemos de nuevo de camino y llegamos puntuales. Nos pasan enseguida. Mi doctora esta medio de baja, es decir, no hace su jornada entera, solo unas horas al día. Por eso hemos tenido que cambiar varias veces la hora, porque yo si quería que fuera ella quien confirmase embarazo. Con cara pachuchita nos saluda. No es en nuestra consulta habitual, pero es muy parecida.

Nos da la enhorabuena, y como sabe que soy una nervio, me manda al ecógrafo seguido. Desde el aborto diferido me da miedo ese momento. Esos segundos hasta que la doctora se pronuncia. Estaba cagada. Pero de repente sonrío y nos dijo: Enhorabuena por partida doble. Toma!!!!! Hay estaban Pele y Mele, perfectamente situados y con unas medidas perfectas. Se les veía la bolsa y la vesícula. Vamos que estaban divinos para las semanas que eran. Tenían el tamaño exacto de lo que les correspondía.

¡Yo estaba y emocionadísima! ¡Mis dos ratoncitos seguían conmigo! ¿Qué mejor noticia para acabar un año durillo?

Nos comento que desde dirección les habían dicho que tenían que bajar el número de embarazos múltiples  y justo ese día era el segundo que anunciaba... Don Gato le dijo que firmábamos un papel donde declarásemos que en este caso el embarazo múltiple es consecuencia de mi cabezonería... jajaja, estaba graciosillo mi amor...

Salimos de la consulta emocionadísimos. Don Gato soltaba de vez en cuado un ¡JODER...2! y yo estaba en mi nube particular.

Aun así, había que ser prudentes. Sobre todo yo. La doctora y Don Gato están ya al 100%. Después del DGP y visto que se han quedado los dos, ¿que puede salir mal? Pues en mi mundo de miedos particular, un  millón de cosas.
Pero ese día no era día de pensar en lo malo, era día de decir adiós al año que dejábamos atrás y decir:¡HOLA 2016! un año del que espero mi mejor regalo, estos dos ratoncitos preciosos, Pele y Mele.