Una semana después de la punción
tenia cita para ver cual seria nuestro siguiente paso.
El doctor que me vio el día de la
punción (que no era nuestra habitual) nos dijo que el día que comenzara la
regla empezara a tomar las anticonceptivas.
A los 6 días me bajo, y como nos
comento, empecé con ellas.
Dos días más tarde tuve el
control con mi doctora. Me hizo una eco y me dijo que estaba divina. Mis
ovarios se habían recuperado estupendamente después de la estimulación, y que podíamos
empezar con la preparación para la transferencia cuando quisiéramos. Le dije
que el doctor me dijo lo de las pastillas y decidimos que ya que habíamos
empezado, ya la tomara otros 10 días. Ella cogía vacaciones 3 semanas, por lo
cual el control de como aumentaba mi endometrio lo llevaría otra doctora. Lo
que si decidimos es que seria en ciclo natural, es decir, si todos los análisis
salían bien no tomaría más medicamento que el Ovitrelle para cerciorarnos la ovulación
antes de la trasferencia. En otros de mis tratamientos había usado Meriestra
(medicamento usado normalmente para engrosar el endometrio) y nunca conseguía
que hiera su trabajo. Así que, esa opción la descarte desde el principio.
En ciclo natural te controlan a través
de ecos como engrosa tu endometrio y calculan cuando será tu ovulación. Hay que
ir más a la clínica, pero como yo estaba de vacaciones, eso no me preocupaba.
Nos marchamos en busca del sol y
el relax hasta que me llegara la regla y así estar la mar de tranquila antes de
nuestra transfer.
Cuando me bajo la regla llame a
la clínica y me dieron cita para 12 días más tarde.
Cuando fui me miró una doctora más
seca que la nuestra habitual y en 5 minutos habíamos hecho la cita. Mi endometrio
estaba fino todavía; 5.5 y tenia un folículo en el ovario derecho de 13.5. Me
dijo que íbamos con tiempo.
En un principio me dio cita para
dos días mas tarde, pero viendo los resultados de los análisis (estradiol y
progesterona) retraso un día más la cita. Yo salí con un poco de miedo. Y si
era mi endometrio el que no crecía y no era problema de la medicación
anterior... Me parecía que ya debería estar mas gordito para esa época. Pero
bueno, solo quedaba esperar.
A los tres días era otra la
doctora que me vio. Está también bastante sosita. No me estaba haciendo mucha
gracia tanto cambio de medico, pero no podía hacer nada. Yo había decido hacer
la transfer aun sin mi doctora.
Cuando me hico la eco creo que se
sorprendió bastante con el resultado. ¡Mi endometrio estaba a 11!¡ Si es que me
disparo de un día para otro! Así que ya no habría más controles. En dos días me
pinchaba el Ovitrelle y el 3 de agosto haría mi transferencia.
Antes de ir a consulta teníamos
muchas dudas sobre cuantos embriones trasferiríamos. Yo quería que fueran dos, así
asegurarme que alguno llegase a termino.
También era una idea sentimental:
después de tantos años luchando y buscando, para este tiempo quería tener ya
dos hij@s, si todo hubiera sido "normal". Pero no había podido ser, y
aunque soy totalmente conciente de los riegos de una doble transferencia (el
que un embrión parado arrastre al otro, la prematuridad en embarazos múltiples...)
y la posterior dificultad a ser dos, también era una forma de asegurar que no
seria hij@ único. Con toda esta lucha a la espalda, nunca sabes si cuando
intentes tener un segundo hij@ podrás.
Don Gato por lo contrario era
partidario de solo un embrión. Él es mucho más práctico que yo.
Así que decidimos que haríamos lo
que la doctora nos recomendara, sin más discusión.
Y viendo mi edad, la calidad de
los embriones etc, me recomendó directamente y sin dilaciones uno solo. La probabilidad
de embarazo eran muy altas, y las de embarazo múltiple más, por lo cual, con
uno nos quedamos.
El día 3 de agosto, un día después
de mi cumpleaños, nos preparamos para la transferencia.
Como estábamos de vacaciones, estábamos
en el pueblo y decidimos despertarnos con tranquilidad y dirigirnos hacia
nuestra casa.
Nos comentaron que nos llamarían
a la mañana para darnos la hora de la transferencia, ya que dependía del quirófano
y las punciones de la mañana,
A las 12 todavía no nos había
llamado y yo ya subida por las paredes... así que para las 12.30 ya no me
aguante mas y llame. Tendría la transfer a las 15.30.
¡Que nervios! Fuimos a comer por ahí
y nos dirigimos a la clínica con tiempo y la botella de agua.
Soy una meona increíble. De normalmente
un montón y cuando estoy nerviosa más. Así que imaginaros...
Como ya son muchas las veces que
me he visto en la situación, voy bebiendo poco a poco. Pero nos cogen tarde, y
yo ya estoy bastante llena... En la publica muchas veces acababa haciendo
"trampas". Como me hacían esperar tanto, la enfermera me solía dejar
mear unas gotitas y cortar, y como la experiencia da un grado, si no aguanto,
lo hago. Pero decidí que aguantaría 5 minutos más y justo me llamaron ara
entrar.
Hay estaba mi doctora sonriente y
morena esperándome. Era la primera vez que mi Don Gato podía entrar conmigo y
esta emocionada.
Me hico la eco en la vejiga y
casi me muero... ¡Como me meaba!
Me enseñaron a mi campeón a través
de una televisión y me lo pusieron.
¡ Que emoción! habían sido muchos
meses de preparación para ese momento... No me lo creía. Tenia tantas
esperanzas puestas en esa pequeña célula.
Le pusimos el sobre nombre de
Viky el Vikingo, ya que era un campeón que venia del frío. Desde ese día nos
hicimos fans de los Vikings de Minesotta y su canción de guerra fue nuestro
nuevo himno.
En ese momento comenzamos la beta
espera más corta hasta el momento: en nueve días sabríamos si todo lo sufrido había
valido la pena.
¡ Arriba los Vikings!
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