28 nov 2015

Pistoletazo de salida

14 días después de la ultima cita con mi doctora deje de tomar las pastillas anticonceptivas y dos días después apareció la que espero sea mi ultima regla en muuuchooo tiempo. Hizo aparición en todo su esplendor, venia potente. Pero como me repetía una y otra vez, cuando más intensa, más limpia seguro...jajaja.

Llame a mi clínica y me citaron dos días después para control.

Esa mañana me levante con un montón de miedos, pensando que quizá el quiste residual surgiera allí. No las tenia yo todas conmigo. Las sensaciones eran negativas, la verdad. Sabia que a lo sumo me volvía a mandar pastillas otras 2 semanas más, pero es que seguir esperando se hace de largo...

Así que fuimos entre ilusionados y con muchos temores.

Cuando vamos a las citas siempre llevamos encima una súper carpeta con todo nuestro historial. Como es largo de narices, la carpeta es gordísima y pesa un montón. Nuestra doctora siempre se ríe de nosotros por llevarla a todas las citas, pero siempre le hemos dicho que nos daba suerte. era como nuestro pequeño talismán. Pero desde el aborto perdió todo su potencial, y el otro día no lo llevamos. En principio fue porque se nos olvido en casa, era lunes, por la mañana, no nos acordamos de nada... Pero la doctora nos felicito por dejarla ya en casa... Habrá que cambiar de amuleto...

Total, que me subió al potro y me dijo que estaba estupenda. El quiste había desaparecido y los ovarios estaban como tenían que estar, es decir, en reposo.

Bien, bien, bien.

Vuelvo a hacer transferencia de embriones congelados en ciclo natural. Para ello no necesito muchos medicamentos. Me di las recetas del Ovitrelle (para asegurarnos ovulación) y la progesterona.

Si todo va como debe ir, la transferencia será después del puente de diciembre. Ella me dijo que entre los días 9-11 de diciembre. Todo depende de como crezca mi endometrio estos días.

El miércoles día 2, tengo otra vez control para ver como va creciendo mi endometrio y mi folículo. Estaré en el día 12 de mi ciclo.

Por una parte estoy súper contenta, ya que en breves tendré a mis campeones conmigo, pero por otra parte tengo miedo de que mi endometrio no este preparado y se cancele, o peor aun, que por querer ir deprisa, mi endometrio no sea capaz de recibir nada... De cara a este nuevo ciclo tengo un montón de miedos que compartiré con vosotros más detallamente estos días. Porque....

¡¡¡¡Por fin estoy al día en mi blog!!!! He terminado de resumir mis cuatro años y medio de búsqueda, tratamientos y demás historias. A partir de ahora el futuro es para todos desconocidos.

25 nov 2015

Resultado de biopsia y más reglas


La biopsia a mis campeones era un miércoles a la mañana. De 10 se descongelaron bien de 8. ¡8 campeones!

8 de 10... por una parte estaba contenta ya que al pararse dos nos salía 800 euros más barato, y nunca viene mal ahorrarse un pellizco (más cuando por estornudar también cobran...).

Pero claro, por otro lado me surgía el miedo de si los demás sobrevivirían bien a todo el trote que les quedaba por delante...

Me dijeron que me llamarían a los dos días, más o menos. ¡Y que días más largos!

En ese momento los segundos son minutos y los minutos horas.

Por la cabeza se te pasan todas las probabilidades posibles: ¿Y si todos están mal? ¿que hacemos?¿cuales son los posibles caminos para tomar? ¿y si por lo contrario todos están bien y hemos gastado 5000 euros?

Y llego el viernes.

Obviamente no me separe del móvil en todo el día. ¡Hasta al baño iba con el! Después de todo el día... nadie llamo... joe...

Sábado a la mañana... y tampoco llaman... joe...

Así que al final la impaciencia me pudo y llame yo.

Nada, hasta el lunes no sabría nada. Me tocaba esperar. Joe...

Y llegó el lunes... pero sabia que a la mañana no me llamarían, ya que había sido precavida y pregunte por el horario de mi doctora. Trabajaba de tarde. Joe...

Por suerte a las tres en punto sonó por fin el teléfono: ¡ qué nervios!

Era la enfermera (eso me relajo, si fueran malas noticias llamaría la doctora, ¿no?) y nos di los resultados: De mis 8 campeones 4 estaban sanitos. ¡4! 





Después de los números que barajaba mi mente, era desde mi puno de vista, lo mejor. La mitad de los analizados estaban bien, la otra mitad mal. Ni para ti, ni para mi.

Además con 4 me "aseguraba" (aquí nadie asegura nada nunca) 2 posibles trasferencias.

Como ya tenia cita para el ese viernes, la enfermera nos dijo que la doctora nos daría mas información.
Cuando fuimos a la cita ella nos expuso que eso poda ser una explicación de nuestro origen desconocido. No sonó muy convencida, y yo no salí muy convencida de ello. Cuando has convencido a una pareja a que se gaste 5000 euros y los resultados no son del todo concluyentes no te puedes echar atrás...

Yo sigo pensando que mis óvulos no son de 10 y que por ahí puede ir más el tema: son un montón de mini factores que se acumulan y dan un resultado nefasto y desconocido.

Pero bueno, con diagnostico o no, hay que seguir trabajando.
Me hizo una eco para ver como estaba... ufff..... casi mejor ni mirar... posible ovulación, quiste residual... vamos, divina de la muerte...

Me dijo que con la siguiente regla llamara y vería si me había "limpiado" mejor...
Dicho y hecho. Ese mismo lunes me volvió a bajar la regla. Otra vez. A 13 de la anterior. 3 regla desde el legrado. 3 regla en menos de 60 días... Mi cuerpo estaba loco, loco, loco.  
Llame a la clínica ya que no sabia que hacer. La doctora me había visto el viernes y no estaba muy limpia que se diga, no cambiaria mucho en 4 días...

La enfermera dijo que estaba en mi mano, podía esperar una regla más, o ir y que la doctora me viera. Le dije que lo sensato seria dejar pasar esta regla, y con la siguiente intentarlo. Y así lo apunto.

Pero no estaba yo muy convencida de eso. Decidí preguntar en mi oráculo particular. Las chicas de mi súper #infertilpandy me escucharon y dieron su opinión. Y la respuesta también: Si iba a ver a mi doctora, me podría recetar anticonceptivas y así regular antes y mejor. Limpiar mejor por dentro. ¡Si es que tengo unas chicas de listas en mi pandy 2.0!

Llame a la clínica y pedí cita.

Cuando me vio mi doctora se partía de risa. "¿Pero no ibas a esperar hasta la próxima regla?" me dijo. Y yo, si... bueno... el ansia que me puede...

Otra eco, mismo resultado: quiste residual. Hay que darle tiempo al cuerpo. Y yo con ojitos de corderito degollado... y estoy segura que me leyó la menté, porque en el momento que fui a plantearle la pastilla, me la propuso ella.

Y yo encantada. ¡Toma! Además solo la tenia que tomar 14 días, ni siquiera un ciclo entero... Me dijo que si quería podía alargar las pastillas y calcular la posible transfer. ¿ Alargar lo cualo? ¿Perdón? ni de palo.

Eso si, me fui con el recado de ir al monte más a respirar para así relajarme y de comer más, que en los huesitos me veía...

Y ahí salí yo tan contenta con mis anticonceptivas... que ironía...


15 nov 2015

Dia loco!


5/10


Me dijeron que después del legrado mancharía unos días... bueno, pues ya son 25... ni un día de descanso... en menor o mayor medida esta hay, para acompañarme... 

Hoy me he levantado con más manchado si cabe, y ya no aguanto más, asíque decido ir al medico.

Me comenta que todo esta bien, parece que he ovulado del ovario derecho, por lo cual hemos pasado oficialmente la primer regla. ¡No me lo creo! ¿Será así de rápido? ¿No son 40 días? Si he ovulado, ya es una menos, y punto...


21/10


Me vuelvo a levantar  con bastante más mancha que lo que he tenido los últimos días. No he dejado de manchar. Aunque se supone que la primera regla paso, yo aqui sigo, manchando...

Pero esta vez es diferente. Noto mucha sensación de regla: dolor en los riñones, ganas de ir al baño... y sin más, 17 días después de la anterior, me vuelve a bajar oficialmente la regla. De la otra pude dudar, pero esta hace aparición en todo su esplendor!

¡Estoy la mar de contenta! ¡Ha sido antes de lo que esperaba! Pero a la vez me asaltan un montón de dudas: ¿y si la otra no fue realmente regla? (tiene que ser, ya que ovule), ¿será mejor esperar otra más por si acaso? ¿Las prisas me estarán superando? ¿Será mejor tomarlo con más calma? ¿Esperar otro mes?

 Al final decido llamar a la clínica para comunicar la aparición de mi querida amiga y que luego ellos decidan.

Mientras tanto, andamos como locos con el préstamo. Hay que hablar con la financiera. Desde la clínica nos llaman para ver que hacemos,ya que  hasta que no pages aqui no se hace nada... pero la verdad es que no hemos sacado nada de tiempo. La llamada me agobia un poco... ¡va y se me junta la regla! ¡Se nos echa el tiempo encima!
Recojo todos los papeles con intención de mandarlos tranquilamente desde el curro, pero cuando un día empieza raro...

Me cuesta un millón sacar tiempo para mandarlos, pero al final lo consigo. ¡Es impresionante lo poco que tardan en llamarme! Qué han sido, ¿15 minutos?

Nos cuentan que el préstamo esta aceptado sin ningún problema.¡Yupi!


¡Yo ya encantada! Me pongo super contenta, ya que andaba agobiada con el dinero, y bueno, la llamada me reconforta.

Pero poco dura la alegría en la casa del pobre. Me llaman de atención al cliente desde la clínica. Os pongo en antecedentes: mi doctora y el equipo médico de mi clínica me encantan, son muy cercanos y profesionales.

Pero no puedo decir lo mismo de la atención al paciente. Son desorganizados, torpes e incompetentes. En una ocasión me llamaron para exigirme el pago 1.100 euros por congelar los embriones. Yo me quede de piedra. ¿cómo? ¿por qué? Si no me habían dicho... Le dije que los míos ya estaban congelados por el tipo de ciclo que era, y Uy, pues si, tienes razón.

Otro vez al ir a pagar resultó que uno de los tratamientos no nos los había especificado en el presupuesto y tuvimos que pagar de golpe 500 euros que no esperábamos.

Y esta vez no podían ser menos. Me llamaron para preguntar por que no había ingresado todo el dinero. Yo fliplaba. ¡Si había ingresado el DGP al completo! Me pregunta que pasaba hacer con el dinero de la transferencia. Le conteste amablemente que la pagaría cuando me la hicieran. Y ella no se enteraba de nada. ¡Ni había mirado mi expediente antes de llamar! ¡Y yo con un disgusto! Va y me dice que entonces tendré que pagar la congelación. ¡ Casi me la como por el teléfono! No pensaba pagar nada más que no fuera lo que tenia presupuestado. Y la mujer como si estuviéramos hablando en la frutería de un kilo de peras: - Pero bueno, tampoco sería mucho más

¡Qué mal cuerpo me puso! ¡Lo que me faltaba! Quedó en llamarme para comprobar mi estado de cuentas, pero a mi ya me metió el miedo en el cuerpo...

Al poco rato volvieron a llamarme de la clínica, pero esta vez era de laboratorio. De los 10 embriones que tenia se les había practicado la biopsia a 8. 2 se habían parado al descongelar.
Buen número. Teniendo en cuenta que la diferencia de precio entre hacer 8 o 10 eran de 760 euros, que se parasen dos ni tan mal.

Aunque para recuperar ese dinero tenia que volver a hablar con mis "amigos" de atención al paciente, ya que ese dinero ya lo había adelantado...
A la tarde conseguí hablar con ellos y me dijeron que sin ningún problema, me lo devolverían cuando quisiera.

En resumen, hay días en los que todo parece que quiere ponerse patas arriba.

Empecé pensado que seria un día de los mas normal y acabe con una regla más, unos embriones biopsiados, y un cabreo con la de atención al paciente de órdago.




8 nov 2015

La decisión


Nunca me ha gustado quedarme con los brazos cruzados. No me gusta estar en el banquillo esperando. Necesito actuar. O por lo menos planificar.

Y después del aborto era un mar de dudas. No sabia muy bien que hacer.

A la semana del legrado tuvimos cita con la gine. Me miro y me dijo que me habían dejado muy bien, estaba muy limpita.

Nos planteó lo que ya nos suponíamos. Hacer DGP a los embriones que quedaban. Ella siempre ha sido muy partidaria de hacerlo. Dice que la explicación a nuestro problema viene de la genética. nos insistió en que era una forma de asegurar que el embrión venia bien. Ya les habíamos hecho el "embryscope" y sabíamos que morfológicamente estaban bien, pero había que mirar como estaban por dentro.

No nos propuso más pruebas.

¿Pero que es el DGP? Doy por hecho que comprendéis esta jerga infértil a pies puntillas, pero aquí la menda se ha tenido que hacer un curso acelerado de técnicas innovadoras de preproducción, por lo cual os haré un pequeño resumen:

El Diagnostico Genético Preinplantacional es un estudio que se les realiza a los embriones antes de ser transferidos. Al análisis se le denomina genético, pero en realidad, si no buscas ninguna enfermedad genética concreta, es un análisis cromosómico. Es decir, analizan si el embrión tiene 23 cromosomas de la madre y 23 del padre, o lo que es lo mismo, si posee los 46 cromosomas necesarios para vivir. Esto no evita al 100% los abortos, ni por asomo. El embrión puede tener un montón de cosas mas por lo que sea incompatible con la vida, pero si que es verdad que esta técnica reduce el porcentaje de abortos. Además, al hacérselo en día 5 nos ahorramos la amniocentesis, ya que analiza lo mismo básicamente.

En muy resumidas cuentas eso es lo que nos proponía la clínica. Pero todo tiene un precio, claro. El DGP en si cuesta unos 3.800 euros. Hay es nada. Más 500 euros que nos costaría de más al ser blastos (y no embriones de 3 días). Más 800 euros por ser más de 8 embriones. Lo cual, sumando hace la friolera de 5.100 euros. Y esto hace que haya que pensarlo muy seriamente.

También le comente a la doctora que pronto me volverían a llamar de la sanidad publica para hacer mi ultimo intento. Me comento que estaba en mi mano completarlo o no. No me daba muchas esperanzas ya que es por todos conocido las técnicas que utilizan en ese hospital, y también sabemos que no son las más compatibles conmigo. Me dijo que si quería gastar ese cartucho, lo hiciera. Pero siempre con la cabeza fria y sabiendo que el resultado fuera positivo era mínimo.

Cuando salíamos de allí iba con la cabeza loca entre números, probabilidades y fechas.

No sabia que camino elegir, por cual optar.


Tantos caminos delante de ti, cómo saber cual es el correcto

 

De momento tenia tiempo. Tenia que dejar pasar dos reglas como mínimo, así que había tiempo para pensarlo. Pero como ya he comentado al inicio de esta entrada, lo mío no es estar en el banquillo.

Casualidades de la vida, a la mañana siguiente de estar en la clínica me llamaron del Hospital para hacerme saber que con la regla de noviembre comenzaría ciclo.

¡¡Y yo sin saber que hacer!!!

Podía ir a la publica, que me volviera a medicar, me volvieran a hiperestimular, que me hicieran una transferencia en el mismo ciclo con los ovarios a tope... y todo después de un legrado, que ya estas limpita de medicamentos y de todo.

O podía seguir en la privada, seguir escuchando mi cuerpo, respetando sus tiempos, analizando todo bien, pero dejándome los cuartos, los ahorros que tanto te han costado conseguir y que tenias pensado guardar para cuando ese hijo que no llega necesite cosas...

¡Que indecisión!

Decidimos desconectar preparando un mini viaje de fin de semana y el las horas de coche, tomaríamos la decision.


Y así fue. Volvimos con la certeza de hacer lo mejor: pasaríamos de la publica, nos quedaríamos en la privada y haríamos el DGP.

El porqué es el siguiente:

Ya estaba limpia de medicamentes y desde cero no quería empezar (otra estimulación, otra punción, un millón de horas muertas...). Aunque la clínica en si, no me termina de convencer, mi doctora es un encanto y confío en ella, estoy a gusto y eso es muy importante. Además optamos por el DGP por desconfianza en los embriones. Si el primero salio defectuoso, ¿quien dice que el resto no corra la misma suerte? Si siguiera haciendo transferencias y salieran igual, ¿confiaría en ellos? No. Necesitaba descartar a los malos de la camada, y esperar que alguno estuviera sano. Aunque sea mucho dinero, esta claro que con ello ganaba en confianza y tranquilidad, y eso, en estos caso, vale más que nada.

Con la decisión tomada solo quedaba esperar. Dos reglas. Dos reglas eternas...



6 nov 2015

Legrado



Cuando salí de la ecografía, todo parecía un mal sueño. Apreté fuerte los ojos para volver atrás, pero no sirvió de nada. Nos tocaba volver a perder. Y con ello volver a levantarse. 

Primero había que cerrar ese capítulo. Para ello teníamos que pasar por un aborto.



Hay dos formas de provocar un aborto; a través de pastillas o un el legrado. Yo claramente me decantaba por esa. Las razones son sencillas: con las pastillas tienes que expulsarlo, sangrar... Como una gran regla. En el anterior aborto siendo bioquímico fue así, mucha sangre, dolor y sobre todo lagrimas. Cada vez que ves esa sangre parece que es una parte de esa personita que no pudo ser. Además siempre queda el que no termines de expulsarlo y tengas que pasar igual por un legrado.



Como ya comente en mi anterior entrada, mi madre trabaja en el hospital de mi cuidad, justo en la especialidad de ginecología. Por lo cual en cuanto supe la noticia le llame a ella para gestionarlo todo.



En cuanto llegamos nos estaba esperando ya en la puerta. Ya había hablado con todo el mundo: la gine, el anestesista, las enfermeras...



Nunca he desayunado, no me gusta. Necesito tiempo para hacer hambre. Pero en el embarazo me había propuesto hacerlo a diario. Y ese día fue una faena que me tomara un zumo de naranja... Al entrar en quirófano debes tener el estómago vacío por la anestesia. Así que tocaba esperar...



Me volvieron a hacer una eco. Sabia el resultado, pero como que necesitaba cerciorarlo, comprobar que realmente se había parado. Y claro, el resultado no cambio.



Como teníamos que esperar, me empezaron poniendo unas pastillas para dilatar el útero. Algo incomodas, pero no dolorosas. Aunque si que me comentaron que podían doler.



Y ahí estaba yo, en la cama de un hospital esperando que me quitaran mi pequeño vikingo.



Pero no fue una experiencia traumática. Estaba todo el rato rodeada de gente. Don Gato estaba siempre a mi vera. Mi madre súper pendiente de todo, sin que me tuviera que preocupar por nada, y el equipo médico siempre con una bonita sonrisa. Por lo cual no era donde quería estar, claro, pero era la mejor manera de pasarlo.



Odio entrar en quirófano, me dan miedo. La anestesia, el no poder controlar nada... En ese momento solo pensaba en eso. Que miedo!



Cuando por fin digerí el maldito zumo, estaba preparada para entrar en el infierno quirófano. Y allí iba yo, en la camilla para terminar con un sueño que duró menos de lo esperado, pero que me dio más alegrías que ninguna.



Lo mejor de que tu madre trabaje en ginecología no es que ella se encargue de todos los papeles, o que organice todo. Es que entre contigo al quirófano. Entrar de la mano de tu madre en un situación así no tiene precio. Yo estaba como un flan, claro, pero tenerla allí hablándome y riéndonos, relaja.



Me pusieron la vía y lo que mide el pulso, y yo estaba a tope. El anestesista me dijo que me iba a dar algo para los nervios y fue maravilloso. De golpe todos los males desaparecieron. Estaba conciente, pero tranquilísima. Me pregunto una ciudad a la que viajaría y dije New York. Me encanta esa ciudad. Me encantaría volver. Y así de golpe, me quede grogui.



Cuando me despertaron me preguntaron por la cuidad, y efectos de la anestesia le dije New York, si, pero desvariaba de las cosas que ver y tal y mi madre y las de alrededor se partían de risa. Debí de ser muy graciosa...



Ya solo quedaba esperar a que se me pasara la anestesia, comer algo y para casa. Una de las primeras cosas que hay que hacer después de una operación es mear. Menos mal que soy tan meona que en eso no tardo nada.



Después me trajeron la comida. Como ya estaban fuera del horario de comidas dijo que me traería un poco lo encontrara. Fueron unas vainas, unas galletas María, un yogur y pan. Lo que mas me apetecía. Me supo riquísimo.



Después un rato mas y nos mandaron a casa. Era viernes, así que tenia hasta el lunes para recuperarme. No estaba mal, algún dolor y molestia de vez en cuando, pero nada que un ibuprofeno no quitara sin problemas.



Y así se acabo el breve pero fantástico sueño de mi pequeño Vikingo. No pudo ser, pero siempre le recordare con mucho cariño, fue una parte de nosotros durante un tiempo que fue largo, pero corto a su vez.



Nunca le dije adiós, solo; hasta luego.